Luxaciones: cuando una articulación se va de fiesta y no quiere volver
Incluso las articulaciones más fuertes y resistentes pueden entrar en un estado de caos total. No se preocupen, sabemos que suena como una película de acción protagonizada por articulaciones rebeldes. Pero, en realidad, estamos hablando de las luxaciones: esas fiestas locas en las que una articulación se sale de su posición y causa estragos.
«Cuando una articulación decide irse de fiesta por su cuenta, las consecuencias pueden ser bastante dolorosas y desagradables.»
¿Qué es una luxación y cómo ocurre?
Una luxación es una situación en la que una articulación decide ir por un camino diferente al habitual y se desplaza de su posición natural. Esto puede causar una serie de síntomas molestos y dolorosos, como dolor intenso, hinchazón, dificultad para mover el miembro afectado e incluso deformidad en la articulación.
Las luxaciones son especialmente comunes en algunas articulaciones como el tobillo, los dedos, las rodillas, los hombros y las muñecas. Y, aunque no lo creas, hay muchas formas de causar este tipo de desastre. Desde accidentes como caídas o golpes en deportes como el baloncesto o el voleibol, hasta levantar objetos pesados de manera incorrecta, las luxaciones pueden ocurrir en cualquier momento y lugar.
¿Por qué deberías tratar una luxación rápidamente?
Una vez que una articulación decide irse de fiesta, lo mejor es poner fin a la diversión lo más rápido posible. Y es que prolongar la situación puede llevar a complicaciones bastante serias, como la ruptura de músculos o tendones, daños en los nervios o vasos sanguíneos de la articulación afectada e incluso fractura ósea expuesta.
Señales de que estás en una fiesta de luxación
Si alguna vez te encuentras en una fiesta de luxación (esperemos que no), aquí tienes algunas señales de que estás en problemas: dolor intenso en la articulación afectada, deformidad en la articulación, hinchazón, incapacidad para realizar movimientos, sensación de inestabilidad en la articulación, entumecimiento, debilidad o hormigueo cerca de la lesión. Y si tienes mala suerte, también podrías experimentar una fractura ósea expuesta. ¡Vaya fiesta, eh?
Diagnóstico y tratamiento como VIP en la fiesta de luxaciones
Una vez que te das cuenta de que estás en una fiesta de luxación, es hora de buscar ayuda médica. Un ortopedista será el encargado de evaluar la situación, realizando un examen físico para evaluar la deformidad, los síntomas y tus antecedentes de salud. Y no te preocupes, no tienes que llevar el traje de gala a la consulta.
Para confirmar el diagnóstico y detectar posibles daños graves, se pueden requerir radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. No te preocupes si te sientes como una máquina de resonancia ambulante, ¡es solo para asegurarte de que estás bien!
Pero volviendo a la fiesta, una vez que tienes el diagnóstico en la mano, es hora de tomar medidas para que la articulación vuelva a su posición original y la fiesta llegue a su fin. El tratamiento de una luxación debe ser llevado a cabo con la guía de un ortopedista y tiene varios objetivos: colocar el hueso en su lugar, reducir el dolor, mejorar la fuerza muscular, prevenir futuros desplazamientos y evitar complicaciones.
Manipulación, la forma de poner fin a una fiesta de luxación
El primer paso para terminar con una fiesta de luxación es la manipulación o reposicionamiento de la articulación, también conocida como reducción de la luxación. Tu médico utilizará diversas maniobras para devolver los huesos de la articulación afectada a su posición normal. Y si lo piensas bien, podría ser una experiencia como la que vivió la Princesa Encantadora en Shrek, solo que menos romántica y más dolorosa.
Pero no te preocupes, algunas fiestas de luxación pueden ser particularmente salvajes y requerir una cirugía para corregir el posicionamiento óseo, especialmente en casos de luxación de cadera. Así que asegúrate de tener tu mejor traje para la sala de operaciones.
Fiestas de inmovilidad y rehabilitación
Pero espera, la fiesta aún no ha terminado. Después de la reducción de la luxación, se recomienda inmovilizar la articulación afectada durante varias semanas para permitir que todo se cure adecuadamente. Piensalo como una fiesta en la que no puedes bailar, pero al menos tienes tiempo para recuperarte.
Además, es posible que se recomiende fisioterapia para promover la estabilidad de la articulación y restaurar el rango de movimiento. No te preocupes, aquí no hay música pegadiza ni vestuario exagerado, solo ejercicios y técnicas para ayudar a que tu articulación vuelva a su esplendor.
Aunque las luxaciones pueden ser dolorosas y desagradables, no hay necesidad de entrar en pánico. Busca ayuda médica, permite que un especialista ponga fin a la fiesta de luxación y sigue las indicaciones para que puedas volver a la normalidad lo antes posible. Y recuerda, la próxima vez que tus articulaciones te inviten a una fiesta, ¡di que no!